El Ayuntamiento de Carboneras ha remitido finalmente al Consejo Consultivo de Andalucía el expediente para la revisión de la licencia de obras del hotel de El Algarrobico, un trámite obligado por sentencia judicial que llega con casi cinco meses de retraso y solo después de una nueva advertencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El alto tribunal ha vuelto a dejar constancia de las “meras excusas” del Consistorio para justificar lo que considera un nuevo incumplimiento de la sentencia.
La licencia concedida en 2003 a la promotora Azata del Sol para construir el hotel —declarado ilegal en numerosas resoluciones judiciales por estar ubicado en dominio público y dentro del Parque Natural de Cabo de Gata— sigue sorprendentemente vigente más de 20 años después. El TSJA ordenó formalmente su revisión el pasado 11 de julio, pero el Ayuntamiento no ha iniciado el procedimiento hasta cuatro años después de que existiera ya una sentencia firme que le obligaba a hacerlo.
En un auto fechado el 21 de noviembre, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Granada dio al Consistorio un plazo de diez días para remitir el expediente al Consejo Consultivo, al considerar que la licencia incurre en causa de nulidad de pleno derecho. Sin embargo, el Ayuntamiento no completó este paso hasta el 5 de diciembre, agotando los plazos y abriendo la puerta a que el procedimiento pueda incluso caducar y tener que empezar desde cero.
Advertencia judicial al alcalde
El retraso ha provocado una nueva advertencia directa del TSJA al alcalde de Carboneras, Salvador Hernández (CS), al que el tribunal recuerda que podría “incurrir en la responsabilidad a que haya lugar” si persistía el bloqueo administrativo. A pesar de ello, el envío del expediente se ha producido solo tras esta amenaza explícita.
El trámite enviado corresponde a la solicitud formal de informe para la “revisión de oficio de actos administrativos”, en concreto, de la licencia de obras que permitió levantar casi en su totalidad el hotel hasta que un juez ordenó la paralización de las obras en febrero de 2006.
El tribunal ha sido especialmente contundente al rechazar las justificaciones del Ayuntamiento, como la supuesta falta de secretario municipal. Según el TSJA, la remisión del expediente “no ha de tener especial dificultad, ni requerir especiales conocimientos”, y puede ser realizada por quien ejerza dichas funciones.
Dos décadas de bloqueos políticos sin consecuencias
No es la primera vez que el TSJA llama al orden al Ayuntamiento de Carboneras. Durante los mandatos de los tres últimos alcaldes —José Luis Amérigo (PSOE), Felipe Cayuela (PP) y Salvador Hernández (Ciudadanos)— se han repetido las advertencias por la falta de colaboración municipal en la ejecución de las sentencias de El Algarrobico. Sin embargo, ninguna de estas advertencias ha tenido consecuencias prácticas hasta ahora.
El tribunal recuerda además que la revisión de la licencia no es un trámite voluntario, sino que se hace “en ejecución de sentencia”, por lo que exige que el procedimiento se culmine “de forma inmediata”. En este sentido, rechaza de plano las maniobras tanto del Ayuntamiento como de la promotora Azata del Sol para intentar archivar el procedimiento con el simple inicio del expediente.
“Consta de forma evidente que no ha sido culminada la ejecución de la sentencia dictada”, afirma el TSJA, que además considera “intrascendentes” las alegaciones de la promotora frente al deber legal de anular una licencia que el Tribunal Supremo ya señaló como viciada de nulidad.
Ahora, el expediente queda en manos del Consejo Consultivo, que dispone de 30 días hábiles para emitir su dictamen. El procedimiento completo debe resolverse en seis meses, por lo que los retrasos acumulados hacen temer que vuelva a caducar, algo de lo que ya alertaron hace semanas las organizaciones ecologistas personadas en el proceso.
Mientras tanto, el esqueleto del hotel de El Algarrobico continúa en pie, convertido en el símbolo más visible del fracaso institucional para hacer cumplir una de las sentencias medioambientales más claras y contundentes de España.







