Durante el año 2024, se ha observado un aumento generalizado en el coste laboral neto en España, impulsado tanto por el incremento del salario mínimo interprofesional como por el crecimiento de las cotizaciones sociales y la presión por recuperar poder adquisitivo en un contexto inflacionario.
Este fenómeno afecta tanto a las empresas como a las personas trabajadoras en todo el país, incidiendo directamente en la estructura de costes de los distintos sectores productivos y determinando la competitividad regional. Todo ello ha provocado que el coste laboral neto suba un 3,9% en 2024 respecto al ejercicio anterior, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta alcanzar los 37.308,9 euros al año.
Sin embargo, las cifras son muy heterogéneas, tanto si se observa la evolución por comunidades autónomas como si se mira por sectores de actividad; y tanto en variación como en las cifras de cada área. Por regiones, Extremadura lidera el incremento de los costes laborales netos, con un alza del 8,2%, seguida de Murcia (5,6%), Galicia (5,4%), Asturias (4,8%), La Rioja, Comunidad Valenciana (4,7% en ambos casos), Madrid (4,4%), Aragón (4,2%) y Baleares (4,1%), mientras que País Vasco es la región más rezagada, con un alza del 2,4%, seguida de Andalucía (3%), Canarias (3,1%) y ambas Castillas (3,2%).
Sin embargo, esta evolución contrasta con los costes laborales previos, en el sentido de que en buena parte de los casos son aquellas regiones con un coste laboral más bajo los que más lo incrementan, y viceversa. De hecho, Extremadura es precisamente, con 30.542,4 euros al año, la región con los costes laborales más bajos, seguida de Canarias (31.077,7 euros), Andalucía (32.664,2 euros), Castilla-La Mancha (33.046,6) y Murcia (33.219,2). A la cabeza quedan Madrid, con 44.458,1 euros al año, seguida de País Vasco (42.434,5 euros), Navarra (40.459,1 euros) y Cataluña (40.159,2 euros).







