El pasado 3 de junio La Crónica del Parque informó del desgraciado accidente que sufrió en San José un turista alemán de 65 años, y de su gravísimo estado. Como explicó La Crónica del Parque, en la tarde del lunes 19 de mayo, mientras Haiko y su mujer paseaban por la calle del Puerto, muy cerca de la plaza de Marga Estebaranz, el hombre sufrió un desvanecimiento por epilepsia y cayó como un fardo, con tan mala suerte que se golpeó brutalmente la nuca contra el bordillo de la acera.
La ambulancia tuvo que venir desde Almería y tardó más de una hora en llegar
Haiko quedó tendido en la acera durante más de una hora, el tiempo que tardó la ambulancia en llegar, porque tuvo que venir desde Almería, ya que la única existente en Níjar estaba ocupada con otra atención.
La familia del fallecido no responsabiliza de esta tardanza al grave estado en que quedó Haiko, pero si ha manifestado a La Crónica que no puede entender como en una zona costera de tanta afluencia turística los recursos para la atención a la emergencia pueden ser tan escasos. “Creemos que en España se disponen de servicios de nivel europeo, pero, desgraciadamente, hemos podido comprobar que esto no es verdad”, señalaron.
Haiko quedó en grave estado nada más sufrir el accidente
Al llegar al lugar del accidente, después de un reconocimiento, la médico de emergencias que le atendió comprendió rápidamente la gravedad de su herida y procedió al traslado urgente al hospital de Torrecárdenas.
Haiko ingresó en la UCI, inconsciente y con graves daños cerebrales, donde quedó ingresado. El pasado jueves 29 de mayo fue trasladado en ambulancia hasta el aeropuerto de Almería y, desde allí, en un avión medicalizado, hasta Stuttgart, su ciudad de residencia.
En los diez días que Haiko permaneció en Torrecárdenas, dos de sus hijos vinieron a acompañar a su madre en esos momentos tan dolorosos, en los que hicieron visitas diarias al hospital, donde cada día recibían peores noticias.
La muerte anunciada de Haiko
Haiko se mantuvo con vida, inconsciente, y sin ninguna posibilidad de recuperación hasta que anteayer, día 8 de junio, falleció, muy pocas horas después de ser desconectado de los aparatos que le mantenían con vida. Descanse, por fin, en paz.
«Caso Haiko»: Dos elementos para la reflexión, carpe diem y estamos vendidos — La Crónica del Parque







