Los nudibranquios, también conocidos como babosas marinas, son una especie de moluscos sin concha que presentan una gran variedad de colores y formas. Son tóxicos, ya que pueden quedarse con las células urticantes de las anémonas de las que se alimentan. Su nombre científico (Nudibranchia) significa «branquias desnudas», ya que carecen de caparazón cuando son adultos. Se trata, por tanto, de invertebrados moluscos. Por su vistosidad, recomendamos no perderse el vídeo que encontrarás al final del artículo.
Su llamativo color sirve para alertar a sus depredadores de su toxicidad. Hay algunos que son luminosos o miméticos, pero siempre originales, porque su increíble belleza es su principal defensa. Así, la defensa de los nudibranquios se basa en el arte de la advertencia a través de sus colores. Estas sustancias químicas se sitúan principalmente en las branquias y son generados gracias a su alimentación. Por ejemplo, las pueden captar de las esponjas que consumen.
Los nudibranquios son ciegos y sus ojos solo son capaces de percibir la oscuridad y la claridad. Por el contrario, el olfato y el gusto lo detectan a través de los apéndices sensoriales de su cabeza. En cuanto a su tamaño, son muy pequeños, ya que lo más habitual es que midan escasos milímetros o centímetros.
Pueden vivir prácticamente en todas las profundidades en agua salada, pero consiguen su mayor tamaño en aguas profundas; hay más diversidad en aguas cálidas y poco profundas.
¿Hay muchos tipos de nudibranquios?
Se cree que existen más de 3.000 especies de nudibranquios en el mundo y numerosos científicos aseguran que todavía queden muchas más por descubrir. Por ejemplo, la pureza de las aguas en el Cabo de Gata permite encontrar una gran variedad de ellos. Se pueden ver en muchas de las inmersiones del Cabo de Gata, pero resulta más fácil verlos en El Vapor, La Piedra de los Meros o en Los Burros. Los nudibranquios del Mediterráneo, más de 200 especies, son visibles en oquedades de las rocas y habituales de las costas españolas.
La mayoría de ellos pasa su vida adulta en el fondo del mar. En concreto, si nos referimos a su tamaño, este suele ser mayor en aguas profundas, aunque sí es cierto que la variedad es mayor en aguas cálidas y poco profundas. Así, se refleja una vez más la importancia de cuidar los océanos, donde se produce el 50% del oxígeno del planeta, que albergan gran parte de la biodiversidad que habita la Tierra.
¿De qué se alimentan y cómo se reproducen?
Su dieta es carnívora y se alimentan de otros invertebrados. Sin embargo, también pueden alimentarse de los huevos de otros nudibranquios. En cualquiera de los casos, para ello emplean la rádula, nombre específico que recibe su abrasiva lengua.
Son una especie hermafrodita simultánea, cuya reproducción tiene lugar en la parte central del año, es decir, durante los meses de primavera y verano. La puesta se compone de miles de huevos que pueden tener diferente coloración. Los huevos se agrupan por miles en cintas o ramos, no siempre de los mismos colores.
No tienen depredadores, pero su supervivencia está muy condicionada por la temperatura del agua y las condiciones climatológicas. Algunos son de costumbres diurnas y durante la noche se esconden enterrándose en la arena.
No tienen ningún interés gastronómico. Si te encuentras con ellos buceando o haciendo snorkel (así te será bastante difícil) no los cojas ni los molestes. Limítate a observarlos, grabarlos o fotografiarlos: son como animales de otra galaxia… y de hecho lo son.
